estadisticas

martes, 25 de febrero de 2014

A la Peña del Mediodía por "La Dama Blanca"

  Son las seis de la mañana cuando me reuno con Kini y Anselmo en las escuelas de Maraña. La noche esta desapacible y el viento y la nieve parece por momentos que tienden a amainar. Sin mucha confianza en la jornada que nos aguarda, envueltos en la niebl, partimos para arriba por el valle del Manpodre. Bajo la luz de las frontales, inútilmente intentamos seguir las trazas de huellas de nuestros predecesores que han desaparecido bajo la nieve caída durante la noche.
  Cuando alcanzamos la hoya donde se encuentra la laguna nos separamos de las paredes y esperamos en vano a ver si con las primeras luces del día atinamos con la entrada de "La dama Blanca",
    Nos decantamos por una pala de fuerte pendiente, para una vez arriba darnos cuenta de nuestro error, volvemos a bajar y nos vamos más a la derecha. Volvemos de nuevo a intentarlo por un nuevo corredor que de nuevo resulta equivocado.


Finalmente la niebla abre levemente y la localizamos. Nos encontramos casi a su altura, pero bastante escorados a la derecha. Para no volver a bajar vamos buscando paso a media ladera.


Consultamos de nuevo las reseñas y ¡et voilá!, esta vez si vamos bien encaminados


    Son ya más de las diez cuando encontramos la goulotte (60º/70º)  por la que da comienzo  la vía. En su busca acometemos una fuerte pendiente con nieve recién caída que se desmorona a nuestro paso.


Con crampones mono-punta, tengo la sensación de no llevar puntas frontales . Entramos en una  goulotte (70º) que a su fin se ciega bajo un techo rocoso. Para esquivar los pasos en roca poco antes de su fin cruzamos por la izquierda a una canal que transita paralela.


Proseguimos canal arriba  hasta toparnos de frente con el muro rocoso que divide los corredores de la "Directa" y la "Dama".


Tras buscar infructuosamente el spit que aquí se encuentra, iniciamos una travesía descendente (60º) hacia la derecha  asegurados en un cuerno de roca que asoma en la nieve.


Una vez  realizada la travesía, continuamos por la canal (60º)  hasta un pequeño resalte de hielo (80º) en su parte izquierda. Este paso se puede hacer también por la derecha (70º/75º) y cuenta con dos spits .


Superamos este por su margen izquierda y continuamos hasta la entrada de una goulotte (70º) donde montamos reunión sobre tres clavos.


Por la goulotte alcanzamos el primer obstáculo serio de la jornada, una cascada de hielo (80º). En este tramo seremos agasajados con una constante ducha de nieve fresca. 


Superada esta, continuamos corredor arriba  por terreno más franco, pero mas cargado de nieve y donde ya comienza  a nevar con mayor intensidad,


 hasta un corto resalte de hielo (80º). Una vez encima, tampoco logramos localizar el spit que se supone hay en su margen izquierda.


     La pendiente va aumentando en el corredor (65º) hasta alcanzar el segundo obstáculo serio del día, una nueva cascada de hielo (80º). 


En este punto ya parecemos croquetas rebozadas. La nieve cae ya sin miramientos y se ha reducido notablemente la visibilidad.


  En esta parte el corredor se ensancha y disminuye su inclinación (55º). Aprovechamos este relax para cambiarnos de guantes, ya empapados y con un tacto jabonoso del cuero sobre los mangos de los
piolets


Superamos un último resalte de hielo (75º)  que nos deposita en la pala final que conduce a la arista.


Alcanzando esta envueltos en la nube por una nieve inconsistente,con un tacto en los pies similar a subir por un canchal de gravilla, un paso adelante y dos para atrás.


Poco a poco vamos recorriendo la arista (IIIº+) con abundantes pasos en mixto hasta alcanzar el punto más elevado de la Peña del Mediodía.


 Tras las felicitaciones y descargada la euforia buscamos el resguardo del viento bajo una roca  donde reponer  calorías,  durante el ascenso no hemos ni comido ni apenas bebido. Te caliente y bocata de tortilla con jamón ibérico y champiñones que se ha traído Anselmo pondrán la guinda a esta fantástica ascensión.


Una vez abajo, caprichos del destino, el sol en un intento por hacerse hueco entre las nubes nos permite ver por primera vez por donde hoy hemos estado vagando.


 Como colofón aquí os dejo el fantástico montaje de vídeo que mi compañero Anselmo ha editado para la ocasión.


viernes, 21 de febrero de 2014

A Ubiña por la "Directa lotus"


Con buena previsión, no valen disculpas. Los fierros pal coche y rumbo a Torrebarrio. Hace diez días que Carlos y yo bajamos esquiando hasta el mismo pueblo, hoy no pisaremos nieve hasta sobrepasar el collado de Llanaday.


Ya con los crampones puestos ganamos fácilmente altura hasta la base del Pilar Sur, desde donde arranca nuestra vía.  Ascendemos por un corto y estrecho corredor a 45º, donde al poco de comenzar ya me da problemas un crampón, 


alcanzando poco después el gran nevero que delimita el Pilar por su izquierda.


La nieve se encuentra se encuentra en buenas condiciones y rápidamente ganamos altura por el nevero (50º). Fernando, (cuanto burro hay con el mismo nombre) que se ha calzado hoy por primera vez unos crampones, no pierde detalle.


Abandonamos el nevero en su parte superior por una goulotte (60º/65º)  donde por fin me reúno con mis compañeros ( como canean estos rapaces).


Llegando al poco a la estrecha goulotte-chimenea por la que se alcanza la arista que viene del espolón Oeste.


En la roca del margen derecho de la entrada a la goulotte-chimenea tallamos una repisilla bajo un clavo desde el que aseguramos este tramo.


Ya encordados  avanzamos por este estrechamiento donde la pendiente va ganando inclinación progesivamente.

Hasta alcanzar un resalte rocoso que cierra la goulotte (M3).


Tras superarlo, la inclinación se modera y alcanzamos cómodamente la arista.


Pequeño reposo para disfrutar del entorno y flanqueamos a buscar una instalación de rapel que hay en la primera brecha.


Donde yo recordaba una reunión de clavos ahora hay dos fisureros triangulados con cordino y mallion (me resulta increíble pensar que alguien se los haya llevado).


Sin perdida de tiempo nos descolgamos hasta la parte final del corredor del pilar, por el que ganamos de nuevo la arista. 


A partir de aquí viene la parte más ingrata para mi, a la que le he cogido tirria de tantas veces haberla recorrido. una pala que da paso a otra y no parecen tener fin je, je. 


hoy afortunadamente hay buena nieve y alcanzamos rápidamente y sin contratiempos la arista cimera.


En la cumbre van apareciendo cordadas provenientes de todas las vertientes de la montaña. El cielo despejado y el solecito animan a disfrutar de las vistas, aunque continuas rachas de aire aconsejan ponerse a resguardo.


Tras festejar la puesta de largo de nuestro compañero, buscamos el canalón Sur por el que regresar.
Como era de esperar ya lleva tiempo recibiendo los rayos del sol, así que toca culo-sky hasta la senda que baja del Ronzón.
Ya echaba de menos un gran día de montaña con buenos amigos.