estadisticas

sábado, 13 de agosto de 2016

Por la cresta Torco -Tres Marias



Cuando ya creía que me había pasado de todo, mi amigo alemán, el señor alzheimer, se digno visitarme. La cuerda, nada menos que la cuerda me olvide esta vez. En otras ocasiones, el olvido del casco o de los gatos fue fácilmente subsanable. En esta salida, siendo una cordada de tres,  mi  mala cabeza nos obliga a modificar nuestros iniciales planes. la  Crestería del Torco hacia las Tres Marías, una ruta fácil técnicamente, pero con ambiente y unas envidiables vistas sobre el Cornion sera un segundo plato más que apetecible.


A pesar de lo avanzado ya de la estación, aun quedan grandes neveros en las faldas de la torre del torco. Con el calor que hace desde primera hora de la mañana, refresca más atravesarlos que bordear sus margenes.


La vía normal de ascenso a la  torre del Torco transcurre por la canal que la separa del Porro del Torco. Consiste esta en cortas trepadas verticales entre terrazas con poca sensación de exposición al vácio. Alcanzando la cresta  a su salida.


Una vez en esta, por la izquierda unas trazas de sendero primero y una  imperceptible trepada (IIº) después nos depositaran en apenas unos minutos en la cima de tan increíble mirador.


Regresamos de nuevo a nuestro punto de inicio en la cresta para atacar el Porro del Torco. Por su cara oeste recorremos un marcado diedro (IIIº)  que  nos  encarama en su parte superior. Por su vertiente este, con  un rapel de 30 metros desde un parabolt  reforzado en un puente de roca descendemos a la horcada que lo separa de las tres Marías.  
 
  

La travesía por la cresta de las tres Marías a un siendo fácil (IIº/IIIº-), requiere cierta atención pues la roca en algunos tramos no es todo lo compacta que desearíamos.


A su fin, un corto murito (IVº) nos aguarda para encaramarnos a la última torre. Hay un clavo con argolla y otros dos en su cima para proteger este tramo.


 En el extremo opuesto de la torre un rapel de 25 metros sobre dos clavos nos permite alcanzar una canal que destrepamos en su totalidad hasta alcanzar el pedrero. Atravesamos este sin perder altura en busca de unas viras que nos conducirán hasta la horcada del Alba.


Desde esta descenderemos al camino que bordeando la torrezuela viene de Vegahuerta y  por el queregresaremos a vegarredonda y más tarde a los lagos donde hemos dejado el coche. Ya en Covadonga celebraremos el grato sabor que nos ha dejado este plan "B·,


P.D. Al final lo que cuenta no es la actividad en si, sino con quien la llevas a cabo. Gracias Carlitos gracias Pacho por perdonar estos lapsus de memoria al güelito.