Practicas de autorescate.

 
Convocados por Anselmo, hemos acudido Ramón y un servidor a pasar la I.T.V. del autorescate. El lugar elegido, la peña del Pincuejo, vaya por Dios no había otro lugar, que asquito le estoy cogiendo  a esta pared je,je.

 

Rápidamente Anselmo se pone a la faena y nos va enseñando las distintas maniobras que vamos a practicar. Estas maniobras  que todo escalador de tapia deberia conocer  y que nuestro compañero agradecerá si vienen mal dadas y no podemos recibir ayuda exterior.

Todas las maniobras las debemos efectuar con un material mínimo y que llevamos siempre en el arnés. Este material que no usamos durante la escalada y que portamos solo para ser utilizado para este fin , esta compuesto por:
   -1 mosquetón de seguridad,
   -1 maillón (no vale de ferretería),
   -1 cinta de un metro,
   -1 cinta de 60 centímetros
   -1 cordino de 6 o 7 mm de diámetro al que previamente le habremos quitado uno de los cordones que forman el alma para hacer un machard.

Bajo la atenta mirada del instructor vamos poniendo en practica  las nociones adquiridas, que con gran paciencia y profesionalidad, va corrigiendo los errores que cometemos. esta visto que cuanto más mayores nos hacemos más nos cuesta coger los conceptos.

Ponemos especial énfasis en el ascenso y descenso por cuerdas fijas en las que es necesario salvar un nudo de unión entre dos cuerdas. Esta será la base en caso de accidente para acercarnos a estabilizar a nuestro compañero si es necesario y traerlo posteriormente a nuestro lado en la reunión.

Después de comer, en uno de los túneles que pasan bajo la autopista del Huerna, encontramos un buen lugar  para practicar en desplome.

solamente con remontar las cuerdas un par de metros ya estamos agotados je,je, no quiero ni imaginarme remontar un largo de cuerda entero.

Al final me planteo escalar únicamente donde exista cobertura para el móvil y pueda llamar a los servicios de rescate je je.. Como nos tengamos que rescatar nosotros, vamos jodidos ja,ja,ja.

 

Desde aquí os animo a realizar este tipo de cursos, preferentemente con un profesional del medio y a periódicamente repasar las enseñanzas adquiridas. Nos puede ir en ello, nuestro pellejo y el del compañero.