Hemos llegado a Riglos escapando del mal tiempo reinante en la zona de Balaitous, Aquí esta simplemente nuboso, parece que va a ser posible hacer algo, asi que nos encaminamos a la zona de los volaos.
Vamos a tener una toma de contacto con la característica escalada de Riglos, aérea, desplomada y de bolo a bolo, colgado como un mono.
Anselmo se mete en faena un primer largo cotado de 6b, no ha alcanzado la reunión cuando una granizada hace abandonar a las demas cordadas que hay en la pared, pienso que va a bajar, pero para sorpresa mía continua y me anima a seguirlo.
Al poco tengo los antebrazos echando humo, vaya manera de calentar, alcanzando la reunión con la esperanza de abandonar.
Que poca cosa parecemos en este océano de panzas rigleras, de nuevo Anselmo vota por seguir esta animalizado, parece que la granizada no le ha afectado protegido por los desplomes.
Impresionante, en este segundo largo también de 6b voy encontrando siempre esa presa salvadora cuando estoy apunto de renunciar, una panza sigue a otra panza y así hasta la reunión.
El último largo cotao de 6a me toca a mi, ya me he familiarizado con la roca, no va a ser todo chupar cuerda.
acabamos la vía y rapelamos por la misma, al final ha valido la pena arriesgar y agradezco a Anselmo su tenacidad, que gran compañero tengo.
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