Cuando abro la cremallera del saco, el viento que durante toda la noche me ha impedido asomar el hocico, sigue campando a sus anchas por la Vega. Tras un breve refrigerio, porteamos nuestros cacharritos por la canal de la Celada camino de la Este. Una vez alli, más de lo mismo. Algunas cordadas que nos han precedido, buscan refugio de las fuertes rachas. tras varios amagos, abandonamos nuestra intención original de escalar en la Este y nos animamos a cambiarnos a la Norte. La "Schulze" que fue mi segunda ascensión al Picu, hace ya de ello más de veinte años y que Pedro aun no ha incluido en su palmares es una opción razonable.
El inicio de la vía se sitúa en un canalizo unos metros a la izquierda de la gran lastra adosada en forma de "Y". Compartiendo los tres primeros largos con la "Cepeda".
En el primer largo recorremos este canalizo (IIIº+) limpio de equipación en su totalidad. A su fin un corto paso lateralmente a la derecha nos deposita sobre una repisa donde se produce el relevo sobre dos clavos.
En la segunda tirada, salimos de la reunión por el extremo derecho de la repisa. Por encima una placa tumbada (IVº+), surcada de agujeros y canalizos por la que navegaremos de derecha a izquierda buscando el itinerario más lógico hasta alcanzar el borde izquierdo superior de la lastra en forma de "Y". Un resalte más vertical nos sitúa sobre esta. Montando el relevo sobre un clavo y un puente de roca.
Surcamos en el tercer largo la chimenea que separa la lastra de la "Y" de la pared este del Picu . Cuando esta gira a la izquierda nos subimos sobre el espolón que la cierra por la derecha. Unos metros encima, sobre una cómoda repisa montaremos la reunión sobre dos clavos.
En el cuarto largo, llevamos a cabo la travesía que nos conducirá a la cara norte del Picu. Para ello, lo normal es destrepar unos metros hasta alcanzar una vira herbosa (IIº). Continuar por esta cómodamente y hacer un último paso (IVº) para flanquear a la cara norte. Nosotros, realizamos la travesía lateralmente hacia la derecha sin perder altura. Surcando pequeñas placas (IVº) facilmente protegibles.
Nada más dar vuelta al espolón montamos la reunión en un nicho sobre empotradores. Unos metros más arriba es posible llevar a cabo el relevo sobre clavos, pero sin contacto visual y con el viento reinante,nuestra comunicación se vería seriamente mermada.
La quinta tirada (IIIº+) es una corta trepada por una placa enlazando canalizos por la que alcanzamos la gran terraza de la cara norte.
Recorremos esta cómodamente por terreno sencillo (IIº) hasta alcanzar el espolón noroeste donde enlazaremos con la "Pidal-Cainejo". Continuando por esta hasta alcanzar la cumbre. Es necesario en este tramo, extremar las precauciones para no enviar alguna de las innumerables piedras sueltas a la canal de la Celada por donde el transito de montañeros es continuo.
En el siguiente largo nos introducimos de lleno en la chimenea que domina la norte del Picu. Partimos de la reunión por una fisura (IVº+) con dos clavos hasta un pequeño hombro. Sobre nosotros hay dos fisuras. Más cómoda de transitar, avanzamos por la de la derecha (Vº) hasta que se comienza a desplomar. Realizamos un corto flanqueo hacia la izquierda. Alcanzando una terraza donde montamos el relevo sobre dos clavos.
En el octavo largo ascendemos chimenea arriba hasta encontrarnos con la primera panza de burra (Vº). Dicen que sale más fácil por la derecha, nosotros fuimos por la izquierda y tiene bastante canto. Por encima de esta montamos nuevamente relevo en una terraza sobre dos clavos. En el recorrido, como en el largo anterior,nos vamos encontrando algún clavo.
El siguiente largo (Vº), el tercero en la chimenea, es muy vertical en su tramo final donde se encuentra la segunda panza de burra (2 clavos). Más facil de superar por la fisura de la derecha. Para no variar, yo por la de la izquierda. Superada esta montamos la reunión sobre dos clavos en una nueva terraza.
A partir de aquí superamos un corto resalte (IVº) y nos desencordamos. Ya sin cuerda, ascendemos por terreno más o menos fácil hasta alcanzar la cima, evitando pisar la piedra suelta del fondo de la canal, pues hay un par de cordadas que ascienden bajo nosotros.
En la cumbre no nos libra del viento ni la virgen de las nieves. disfrutamos brevemente de unas vistas más que conocidas y nos vamos con viento fresco para abajo, nunca mejor dicho.
No me gustaria terminar este resumen de actividad sin agradecer a nuestros amigos palentinos habernos ofrecido comenzar la ascensión por delante de ellos, a pesar de llegar ellos antes al inicio de la vía.
¡vaya guevös, tuvo el señor Gustavo Schulze pa subir solo, en aquellos años y con aquellos medios!
¡ Este si que los tenia bien puestos!¡La madre que lo pario ......!
Pues si que los tenia bien puestos para subir y querer bajar luego sano y salvo. Precioso reportaje, como siempre.
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