estadisticas

sábado, 25 de agosto de 2018

Integral agujas Tajahierro a peña Olvidada


Cuando llegamos a Aliva, un tupido velo de niebla oculta las peñas de nuestra curiosidad. Con los ojos como chinos, buscamos un resquicio de claridad entre las nubes que nos indique que las cumbres están despejadas. tras barajar la posibilidad de esconder las cuerdas y patear un poco por la zona para no perder la jornada, un halo de luz entre las nubes nos permite ver la torre Cuarte. Hay que tomar una decisión. A retirarnos siempre habrá tiempo.


Desde la horcada de Covarrobres en diez minutos por suave pedrera accedemos al pie de la vía "Udaondo-Urones". Por la que alcanzaremos la cumbre de la primera de las agujas de tajahierro. La aguja Ostaicoetxea. 


La "Udaondo-Urones", tiene su inicio en la vertiente sur y lleva a cabo un recorrido en espiral alrededor de la aguja. Alcanzando su cumbre en cuatro largos de cuerda.

En el primero, partimos lateralmente por la derecha siguiendo una vira (IIIº). Un gendarme (IVº) a escasos metros de la reunión, constituye su único obstáculo. 

   
En el segundo transitamos por una chimenea (IVº) hasta que unos grandes bloques la obstruyen. Los bordeamos facilmente por la derecha y encontramos la segunda reunión. Equipada  con parabolts y argolla como la anterior.


En el tercero cogemos una nueva chimenea (IVº+) que nos conduce a una horcada con un bloque empotrado. Sobre el que esta equipado el relevo.


En el último, un corto pasaje (IVº) protegido por un clavo nos  deposita en una vira (IIº) que por la derecha nos conduce sin mayores contratiempos a la cima de la aguja.


Desde la cima rapelamos al comienzo de la chimenea del tercer largo. Recuperamos las cuerdas y pegados a la cara este de la escondida superamos un corto paso en chimenea (III) que nos deposita sobre una vira  ya en su cara norte. 


Sirviéndonos de un gran bloque separado de la pared, con un paso atlético (IVº) nos subimos a la aguja. 


A partir de aquí la pared se tumba bastante. Apenas veinte metros recorridos encontramos  una reunión de 3 clavos  encintados.  Unos diez metros por encima (IIIº) encontramos otra compuesta de 2 clavos. Nosotros enlazamos las dos en solo largo. Destrepando a la primera para rapelar. Pues nos ofrecía más garantias


Tras rapelar,  bordeamos la aguja Roja por la vertiente que da vista a Aliva. Primero en ligero descenso, para a continuación ascender a buscar un collado


 que da acceso a la cara norte de la Aguja Roja.   


 Nada más remontar el collado, apenas media docena de metros, acometemos un pequeño muro (IIIº+/IVº). Continuamos después por la derecha un diedro tumbado (IIIº) que va girando lentamente hacia la izquierda hasta alcanzar la cima. Donde montaremos la reunión lazando un bloque. 



El descenso lo realizamos en rapel hacia el collado desde el que hemos iniciado el ascenso.


Nuestro siguiente objetivo es la Torre Cuarte. Desde el collado en ligero ascenso, con algún corto resalte  facilmente superable (IIº/IIIº), nos dirigimos por el margen derecho de la torre a buscar una pequeña canal escondida  a nuestra vista.



Montamos una reunión sobre empotradores y acometemos un primer largo por un diedro-chimenea (Vº). Hacia su mitad en una pequeña repisa, encontraremos en la pared de la derecha, el único clavo con que cuenta el largo. A su fin, cruzamos sobre un bloque a la vertiente opuesta y montamos el relevo reforzando el clavo existente con empotradores.


Una corta fisura (IVº) a la salida, constituye el único obstáculo del segundo largo. Superada esta, vamos buscando el itinerario más favorable (IIIº) hasta la arista cimera. Donde unos cintas lazando un bloque nos indican el punto de reunión.


Desde la cima descendemos a buscar el marcado espolón sur de la Punta Covadonga


Tras asegurarnos en un bloque lazado, comenzamos la ascensión por el mismo filo del espolón. Primero un corto pasaje de IVº asegurado por un clavo. Después, continuamos con tendencia a la derecha buscando el terreno más favorable (IIIº)  hasta alcanzar una terraza. De nuevo un bloque nos permitirá llevar a cabo cómodamente el relevo.


En la segunda tirada, tras superar una estrecha chimenea (IVº+), vamos buscando el terreno más franco (IIIº) hasta la cumbre. Un bloque lazado nos sirve de punto reunión.



Desde la cima destrepamos (IIIº) hasta una pequeña cresta afilada. Recorriendo esta  (IIº), nos deposita sobre una gran pradera colgada



 por la que tranquilamente ascendemos (Iº) hasta alcanzar  un espolón por el que ascenderemos a Peña Olvidada. 


Mientras cruzamos esta pequeña cresta disfrutamos de nuevo de un  curioso fenómeno meteorológico. El espectro de brocken.  Una antigua leyenda montañera contaba que el observador de este fenómeno moriría al día siguiente en la montaña. Alimentada por el accidente que sufrió el grupo de Edward Whymper  en el Cervino tras ver uno de ellos. A mi mañana, si la parca me viene a buscar, en la montaña no me pilla, me tendrá que sacar del chigre je,je. 


Tras superar unos bloques (IIIº) nos internamos en una canal. En esta, superamos un corto tramo vertical (IVº)  y  apuramos hasta el final de las cuerdas por terreno más suave (IIIº) en alguno de los múltiples bloque que encontramos.


                                                 Ya sin cuerdas (IIº), alcanzamos rapidamente la arista (Iº). Que recorremos en su totalidad.


 Saliendo por ella de entre las nubes a la cima sur de Peña Olvidada.


La tarde ya esta avanzada y tras echar un ojo al reloj, decidimos concluir la actividad. Así que tras las felicitaciones con mis compañeros, Pedro y Carlos y disfrutar un breve rato de las vistas emprendemos el retorno


 El descenso de Peña Olvidada lo llevamos a cabo por su vía normal. Descendemos de la cumbre sur por suave pradera a una vaguada y ascendemos por su otra vertiente a buscar un gran hito visible. continuamos por la vertiente oeste a media ladera  por traza de sendero.


 Pasamos bajo la gran cueva vivac y continuamos sin perder altura  buscando pequeños hitos que nos van indicando el recorrido.


Hasta que demos vista a un gendarme característico. Hasta el que tendremos que descender.


Mediante tres rapeles descenderemos al pedrero que sube hasta la cara este de Peña vieja.     


  Descendiendo por el, enlazamos con el camino que viene de la vueltona. Por él, regresamos algo cansados. Pero plenamente satisfechos y alegres por llevar acabo un recorrido largamente aplazado.

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