De nuevo estoy en la vega de Urriello para recorrer esta linéa por octava vez y con la que en cada ocasión disfruto como si fuera la primera.
Celso, mi compañero, tras un largo periodo de inactividad por acumulación de males de distinta indole, me ha solicitado ser su acompañante en esta ocasión, con la que pretende dar un giro y reiniciar una nueva etapa alpina, dandole la espalda a los problemas pasados.
Procedentes de Pandebano llegamos a la vega a ultima hora de la tarde, buscando evitar el castigo del sol durante la aproximación. Hay bastante ocupación, pero no hay problema para encontrar acomodo en los vivacs situados en el camino a la canal de la Celada.
Hemos madrugado, pero no lo suficiente. tres navarros han entrado al tajo más temprano. Avanzan despacio, a mi entender con poca soltura, obligandonos a permanecer largo tiempo en las primeras reuniones, asi nunca lograré dejar de fumar.
En la transición desde la 2ª reunión hasta el hombro, logramos pasarles, faltos de confianza han empleado tres largos de cuerda donde habitualmente transitamos desencordados.
Ahora si avanzamos a buen ritmo, el camino es sobradamente conocido. Tras un largo de IV alcanzamos la vira por donde viene la"schulze", entramos a la canal de IV, con pasos aislados de V y en 3 largos dejamos atras las dificulltades.
A buen paso Celso me sigue, reflejando en su rostro y en sus comentarios la satisfacción que siente al recorrer tan anhelada vía.
Ya en la cima nuestra decepción por la ausencia de la imagen de la virgen de las nieves, se lleva mejor al tener la oportunidad de compartir estos momentos con Esther Bullido, una de las grandes en el panorama alpinistico español.
Por muchas más veces que haga este recorrido, no dejo de asombrarme por la audacia y derroche de valor demostrada en la 1ª ascensión por parte del Cainejo y el Marques, por no mencionar lo que tuvo que ser descender por la misma vía, sin duda nuestros mayores estaban hechos de otra pasta.
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