Solo a mi, se me ocurre hacer nuestro primer viaje a la Pedriza en pleno verano.
Hemos llegado al mediodía y abandonar el aire acondicionado del coche se vuelve osadía, hasta pasadas las 5´00h de la tarde no nos decidimos a caminar en dirección a nuestro primer objetivo, la "sur clásica" al Cancho de los Muertos.
Aprovechando el mínimo resquicio de sombra para descansar y refrigerar la cabeza, que parece que nos va a hervir en cualquier momento.
Una vía sencilla, sin complicaciones, donde probar la graduación, así como la mítica adherencia del granito de la Pedriza.
Empalmamos los dos primeros largos, enlazando fisuras, donde nos protegemos con fisureros y friends,
pues sólo hay un viejo buril en el largo por equipación y algún taco de madera empotrado que, la verdad es, que no ofrece mucha confianza je,je.
Sólo nos resta un corto largo de placa para alcanzar la cima del cancho.
Alcanzando la cima apenas una hora y media después de comenzar.
el descenso es un rapel de apenas 10 metros por la cara norte del Cancho, nuestra primera vía en la Pedriza, seguro que le seguirán otras, la toma de contacto con el granito pedricero ha resultado plenamente satisfactoria.
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