Son algo más de las siete de la mañana y un cielo cubierto de negros nubarrones nos recibe al salir de la furgoneta en el parking del Hotel Grimsel Hospiz, donde hemos pernoctado.
Algo que no nos preocupa, pues la previsión meteorológica suiza predice para hoy, agua a partir de las 5h de la tarde y doy fe que tienen gran precisión.
Ya fartucos por el desayuno y aseados, cogemos las escaleras que bajan hacia la presa del Grimselsee. Desde el otro lado del muro de contención de la presa, parte un sendero enlosado que bordeando el embalse por su lado norte, conduce al Lauteraarhütte ( refugio del Lauteraarhorn)
Dejándonos en una hora y media, más o menos, bajo la impresionante mole de Eldorado. Colosal pared de casi 600 metros de altura, compuesta de lisas losas de un granito dorado y resplandeciente. Aunque hoy, húmeda aun por el rocío de la mañana, resplandece más bien poco. Un característico techo nos indica el inicio de la gran clásica de la pared, "Motörhead". Obra también, de los hermanos Claude e Yves Remi.
Cuando llegamos al arranque de la vía, una cordada más madrugadora esta gestionándose el primer largo. Para calmar nuestra ansiedad, amenizamos la espera con los riffs de "Ace of spades" que ocupa un lugar preferente en la música de mi móvil. Lo que motiva un pulgar levantado en señal de
aprobación de los escaladores que nos preceden.
Dale volumen y a disfrutar del recorrido
Koki arranca las hostilidades, en un primer largo que transcurre por una marcada fisura (4b) con un solo seguro fijo y que muere bajo un marcado techo.
En el segundo largo (5c+) vamos a poder ir descubriendo las singularidades del recorrido, diedros en Dulfer atlético combinados con patinosas placas de adherencia. De la reunión partimos diagonalmente hacia la derecha por una fácil fisura.
Que abandonamos por una muy pulida placa de adherencia que recorremos verticalmente, protegida por dos parabolts.
Para a continuación atravesar casi horizontalmente hacia la izquierda a buscar una fisura que divide en dos un marcado diedro. En Bavaresa y colocando muy bien los pies, pues se dan el piro a la mínima inseguridad, alcanzamos la 2º reunión.
En el tercer largo (6a+), coge el relevo Anselmo, que progresa por el vertical diedro. Este tramo solo cuenta sólo con un seguro fijo, pero se protege bien con empotradores.
Para alcanzar la seguridad de la reunión necesitamos realizar una corta, pero finísima, travesía en adherencia hacia la izquierda.
La pared se suaviza un poco en el cuarto largo ( 4b). Valiéndose de lo buenos agarres laterales que le brinda una placa adosada, Koki va de nuevo en busca de un evidente diedro.
A cuyo inicio monta la cuarta reunión. De nuevo me toca encabezar la cordada en un cómodo quinto largo que transcurre a lo largo del diedro(5a).
Largo de fácil auto-protección que solo cuenta con un seguro fijo instalado. A cuyo fin, se monta la reunión en una repisa a la izquierda.
De la que parto sin perder tiempo cuando llegan mis compañeros. Salgo de la reunión en el sexto largo (5c) valiéndome de una agradable fisura
que a mi pesar debo abandonar en favor de otra paralela a su derecha . Siendo este pasaje, quizás lo más complicado del largo.
Sin apenas progresar por esta 2ª fisura, en travesía hacia la derecha alcanzamos un nuevo diedro.
Que recorremos en bavaresa hasta divisar la reunión en una incomoda repisa en la placa a la izquierda.
Alcanzar la seguridad de la reunión directamente en adherencia no es nada recomendable, mejor subir un poco por encima de esta y luego descender hacia ella, por la laja que sirve de repisa a la reunión. Resultando este, a mi modo de ver, no el más difícil, pero si el largo más bello de la vía.
Anselmo me da el relevo en cabeza y continua en el 7º largo (6a+) diedro arriba. Valiéndose del ensanchamiento de la fisura en un principio
y volviendo a las estrecheces para alcanzar la reunión bajo un pequeño desplome.
Aunque el diedro invita a continuar por él, lo abandonamos en el octavo largo (6b) atacando directamente el desplome. Con buen canto al inicio, nos reserva su mayor dificultad para salir a la placa, paso protegido por parabolt.
Fácil placa por la que enlazamos con otra divertida fisura, que nos conduce a la reunión.
El noveno largo (4b), transcurre por una relajada fisura que corta la placa en la que nos encontramos. Hemos superado el ecuador de la ruta en el tiempo estimado y estamos convencidos de salir por arriba antes que llegue la lluvia.
En el décimo largo (5b) cruzamos una finísima placa de adherencia, bastante tumbada y protegida por un parabolt hacia su mitad,
muy resbaladiza y en donde los pies parecen tener vida propia, moviéndonos por ella a lo "Chiquito de la Calzada" je,je.
Superada esta, solo un corto murito, que gestionamos por una fisura, se interpone entre nosotros y la reunión.
En el undécimo (5c), progresamos diagonalmente hacia la derecha por unas fisuras hasta alcanzar una vira,
que recorremos hasta situarnos bajo una gran laja adosada, por la que progresamos en bavaresa.
A su fin, nos espera una fina travesia en adherencia a la izquierda para alcanzar la base de un nuevo diedro donde se monta la reunión.
En el largo 12 (6a+), avanzamos diedro arriba hasta un marcado techito que lo cierra.
Bajo este techo, la fisura se estrecha de tal manera, que parecen entrar solamente las uñas en ella. Bordeamos el techo y salimos a una amplia y tumbada placa.
Que abandonamos por un muro a la derecha. Algo desplomado en su inicio y que nos depara una escalada con grandes cazos. Donde los que somos bajitos, debemos estirarnos un plus.
Una agradable fisura nos recibe en el penúltimo largo (5c)
Que recorremos, con la sonrisa de ganador iluminándonos el rostro .
Solo nos resta salvar unos quince metros de placa (4a) para alcanzar la cumbre.
Que celebramos efusivamente al ritmo de "Overkill". Buaff chavales ..... menudo viote nos hemos metido pa la saca.
El descenso lo llevamos a cabo andando, siguiendo un camino con hitos que baja hacia el Este y que tras casi una hora nos conduce al sendero enlosado por el que hemos llegado esta mañana.
Y con precisión suiza el agua llego a la hora indicada, cogiéndonos en las escaleras de acceso al Hotel Grimsel Hospiz.
Para los próximos días , la previsión vaticina agua a discreción. Con los deberes hechos, nos tomaremos un par de días de descanso visitando la región de Interlaken , con visita obligada a la localidad de Grindelwald, donde si las nubes nos lo permiten, poder ver la "Nordwand".
Un reportaje más amplio y detallado lo encontrareis en:
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